Hay cosas que son muy difíciles de cambiar, amistades que aunque se
disipan siguen presentes, amores que matan por eso de que el amor cuando
no muere mata porque, amores que matan nunca mueren.
Personas que han muerto y sin embargo, su recuerdo esta más vivo que
nunca. Existen también sonrisas de melancolía y lágrimas de felicidad. He sido espectador, actriz y guionista
acabando a veces con el escenario y quemando un telón que ninguna culpa
tenía de que el argumento no me gustase, he mentido para no hacer daño y
fui sincera para herir en lo más hondo del que me había bombardeado.
Muchos han dudado de que fuese capaz de hacer algunas cosas y luego he
brindado por ellos cuando he llegado a la cima y les he mandado un beso
cargado de reproches. Me da miedo mirar atrás y ver que algunos errores no me sirvieron
para nada, sino para darme cuenta de que la vida no es más que una
lucha, que no sé luchar pero todavía me mantengo en pie y no sabes
que respirar a veces puede ahogarte y por eso odio profundamente las
despedidas, porque llevan un mensaje subliminal que grita que no puede
haber mañana, porque de todos los vocablos que me llevan al cielo la
única que me da miedo es adiós.
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